La Asertividad como Habilidad Social

. jueves, 28 de diciembre de 2006
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El estudio de las habilidades sociales ha experimentado un notable auge en los últimos años. La experiencia personal cotidiana nos indica que pasamos un alto porcentaje de nuestro tiempo en interacción social, ya sea en pareja o en grupos, y tenemos experiencia de que las relaciones sociales positivas son una de las mayores fuentes de autoestima y bienestar personal. Al mismo tiempo, comprobamos que la competencia social del ser humano, tiene una contribución importante en su competencia personal, ya que en la actualidad el éxito personal y social parece estar más relacionado con la sociabilidad y las habilidades interpersonales que con las habilidades cognitivas e intelectuales.

En lo que respecta al concepto responsable de asertividad como tal, hay quienes consideran que asertividad y habilidades sociales son términos sinónimos. Sin embargo, se considera que la asertividad es solo una parte de las habilidades sociales, aquella que reúne las conductas y pensamientos que nos permiten defender los derechos de cada uno sin agredir ni ser agredido.

Stephen R. Covey (1995), en su libro de los 7 Hábitos de las Personas Altamente Efectiva, describe a la asertividad como una forma de vida que se hace un hábito profundo, dicho termino insertado en el primer hábito; el ser proactivo, el ser responsable de nuestro propio destino y de nuestras respuestas ante cualesquier estímulo de éxito o fracaso que nos plantee el medio, la asertividad hace que los estímulos que nos llegan sean los que exactamente nos fueron enviados; y hace que enviemos aquellos mensajes que en realidad queremos mandar y que esencializan nuestro respeto y el de los demás.

La asertividad es la herramienta para acertar en la relación humana, donde no hay ganadores y perdedores, hay solo seres que se relacionan en un ámbito de profundo respeto, hay una relación personal de ganar-ganar, tal cual el cuarto hábito en el modelo de Covey, en donde solo se gana en una relación solo y a condición de que la otra parte también gane.

Los principios asertivos, identifican el modelo de efectividad personal que parte del profundo respeto al yo, se parte del principio del profundo respeto al más caro activo que tenemos como persona, nuestro yo, nuestro cuerpo, nuestro ser, solo al sentar tal respeto, podemos respetar a los demás.

Carl Rogers, es la figura más socorrida de los sustentos de una educación basada en las personas, el modelo asertivo, tiene en Rogers, la fuerza que permite considerar importantes a quienes se comunican con nosotros, y en debernos hacia las personas para forzar la atención a una comunicación correcta, exacta y respetuosa.

Es por ello que la asertividad se incluye en la semántica que trata de "La habilidad de relación en un contacto positivo, entendido como el llegar a convivir fácil y cómodamente con los otros, implica abrirse, expresarse y compartir. Es crear espacio en nuestras vidas para encontrarse con los otros, es estar presentes, si no estamos presentes se deterioran poco a poco nuestras relaciones con los demás y nos ponemos en riesgo de perder contacto"
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Valores: Una Ventaja Competitiva

. lunes, 4 de diciembre de 2006
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Las necesidades constante de renovación de las organizaciones, son con frecuencia, un estimulo para el talento humano de cambio, cambios desde adentro, centrado en valores. El cambio personal se produce desde la transformación de la conducta personal, de donde parte toda transformación.

Cuando faltan valores o no están suficientemente fortalecidos en la conducta personal y colectiva, los individuos y las sociedades pueden volverse mediocres, conformistas, cómodos, sin visión de futuro y sin grandeza de ánimo para emprender grandes retos y tareas.

Para competir en el mundo de hoy,... no basta con poseer talento humano especializado, talento que maneje y conozca de manera excelente los procesos y los procedimientos industriales, ajustado a las políticas interna, las organizaciones responsables, necesitan de talento valioso (que practiquen valores), capaz de vivirlos y promoverlos. Las organizaciones requieren de gente honesta, leal, responsable, con creatividad, comprometidas, flexibles y respetuosa.

El desarrollo y el crecimiento interior, el fortalecimiento de la autoestima, el cambio de actitud y la práctica de valores, constituyen un reto responsable para las organizaciones y quienes las conforman, lo fundamental radica en la vivencia de los valores y allí, todo adquiere un nuevo sentido, habrá mejor trabajo en equipo, aumentará la motivación, el desempeño será mejor, las relaciones interpersonales se fortalecerán y habrá crecimiento personal y se tendrá un balance social positivo.


Las organizaciones que posean conocimiento en forma de know to learn (“saber aprender”) y que tenga la gente con más capacidad de práctica de valores, tendrá una ventaja competitiva indudable, porque contará con el mayor capital intelectual: humano-personal y estructural-corporativo.




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